Salmos 34 - Biblia Castilian 2003

¹ De David. Cuando se fingió demente en presencia de Abimélec, y se fue luego, expulsado por él.

² Bendeciré al Se or en todo tiempo, Álef sus alabanzas siempre en mi boca.

³ Mi alma se glor a en el Se or Bet y, al o rlo, se alegran los humildes.

⁴ Alabad conmigo al Se or, Gu mel ensalcemos al un sono su nombre.

⁵ Cuando busco al Se or, él me responde Dálet y me libra de todos mis terrores.

⁶ Poned en él los ojos, estad radiantes He y no tengáis los rostros abatidos.

⁷ Cuando el pobre lo invoca, él escucha Zain y lo libra de todos sus aprietos.

⁸ El ángel del Se or acampa en torno Jet de los que le temen, y los salva.

⁹ Saboread y veréis Tet cuán bueno es el Se or: dichosos los que en él buscan abrigo.

¹⁰ Adorad al Se or, sus elegidos, Yod que de nada carece el que le teme.

¹¹ Los ricos se empobrecen, pasan hambre; Kaf mas quien busca al Se or no carecerá de bien alguno.

¹² Venid, hijos, y escuchadme, Lámed que el temor del Se or quiero ense aros.

¹³ ¿Quién se complace en el vivir Mem y desea d as largos, en que poder gozar del bien?

¹⁴ Ten en guarda tu lengua de lo malo Nun y tus labios de palabras enga osas.

¹⁵ Alejado del mal, practica el bien, Sámek busca la paz y ve tras ella.

¹⁶ Los ojos del Se or están sobre el justo, Ain su o do atento a su clamor;

¹⁷ pero su ce o se posa en los malvados Pe para borrar del mundo su memoria.

¹⁸ Claman aquéllos y él escucha Sade y los libra de todos sus pesares.

¹⁹ Cercano al afligido está el Se or, Qof él levanta al de esp ritu abatido.

²⁰ Grandes son los males de los justos, Res y él los salva de todos.

²¹ Él preserva sus huesos, Sin sin que ninguno de entre ellos se fracture.

²² El imp o perece en su maldad, Tau el que aborrece al justo es inculpado;