Dios llama a sus hijos a vivir en santidad, vivir en santidad es ser puro, consagrado, separados para Dios. Para guardarnos en esa pureza debemos alejarnos de todo lo que para Dios no es grato, y su palabra es la mejor guía, para saber todo lo que a Dios no le agrada. Lee su palabra cada día y conocerás más a Dios, de esta manera podrás saber lo bueno y lo malo, lo que te acerca y te aleja del Señor. (Salmos 119:9) ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Jesucristo entregó su vida por nosotros para purificarnos y hacernos santos, si amas realmente a tu Padre Celestial te apartaras de todo lo que te aleja de él, te guardaras cada día y buscarás ser santo en todas las cosas que hagas. Debes procurar cada día buscar esa santidad a la que Dios te llama para poder verlo, su palabra dice: Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14) Tu Padre Celestial espera que te presentes santo ante él, que alejes todo lo que contamina tu cuerpo y espíritu. En esta sección encontrarás muchos versículos sobre la santidad y de cuán importante es para nuestro Señor Jesucristo.
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Habló Jehová a Moisés, diciendo:
Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.
Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.
pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;
Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.
Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios.